Viajar a Tanzania en verano es adentrarte en el origen de la vida animal. En el parque nacional Serengeti, podrás ver a los “cinco grandes” en total libertad: el león, el elefante, el rinoceronte, el leopardo y el búfalo. ¡Al hacer un safari te sentirás dentro de una película! El Parque Nacional del Kilimajaro, donde se encuentra el punto más alto de África y uno de los volcanes más altos del planeta, se caracteriza por estar cubierto de nieve durante todo el año. Además, allí saborearás tanto selva tropical como paisajes áridos y extensa fauna. El antiguo volcán de Ngorongoro es uno de los parques naturales más importantes de África donde también podrás disfrutar de los 5 grandes y de un espectáculo de cebras y flamencos. Además de hacer safaris a pie, ¡también puedes recorrerlo en globo! Sumérgete en la cultura de la tribu Masai, conociendo sus costumbres y ritos. ¡No te lo puedes perder! Recorrer uno de los lagos más largos del mundo en barco, el Tanganica, disfrutando del paisaje y del colorido que te rodea o dejarte envolver por las peculiares playas de Zanzíbar con formas imposibles... ¡y sus puestas de sol! Es una experiencia mágica. ¿Un viaje de verano a Tanzania?