Desde el Cabo Overberg al suroeste, pasando por la zona árida del desierto de Little Karoo, hasta la Costa Oeste, los viñedos son los protagonistas. Pero si existe un lugar que hay que ver en Sudáfrica, ése es el Cabo Winelands, el conjunto de los tres valles vinícolas por excelencia: Paarl, Stellenbosch y Franschhoek y que recorre pueblos coloniales, viñedos de lo más pintoresco y unos paisajes dignos de postal.
“La ruta 62 de Sudáfrica, en pleno Cabo Winelands, se considera la ruta de los vinos más larga y pintoresca del mundo”
El valle más afamado y en el que se centra el turismo vinícola de Sudáfrica es el de Stellenbosch, que además de produci vinos reconocidos mundialmente, es la cuna de la cultura afrikáans. Pero es en el valle de Paarl donde la naturaleza se crece y se convierte en hogar de aves y vegetación únicas de la zona hasta llegar a Franschhoek, un pequeño pueblo que presume de tener la mejor gastronomía del país y donde pasar la noche en una bodega es casi una obligación. ¿Preparado para perderte por los viñedos del Cabo y descubrir la otra cara de Sudáfrica?