Viajar a Galilea es
seguir el sendero de Jesús en el sentido más literal de la palabra. En esta
región, bañada por el mar que le da nombre, se encuentran algunos de los lugares
más relevantes para la religión cristiana, como la fuente junto a la que María
recibió la noticia de que iba a ser madre, en Nazaret. En la ciudad donde vivió
y creció Jesús, ¡la pasión está por todas partes!
“Además de ser el centro religioso y cultural del país, ¡esta región es perfecta para practicar cualquier deporte de aventura!”
Revivir la Transfiguración y las Bienaventuranzas, en los Montes Tabor; visitar la casa de Pedro y la Sinagoga Blanca, en Cafarnaúm o seguir los pasos de “la otra María”, en Magdala. ¡Tú decides! En un viaje a Galilea la divinidad no se limita a lo estrictamente divino. Es algo que entenderás cuando pruebes los vinos, el aceite de oliva o el queso de cabra que convierten Galilea en un inesperado paraíso gastronómico. ¡Recuperar la esperanza es fácil en la ciudad de los milagros!