Seguro que cuando de pequeño te hablaban de un viaje a Japón te imaginabas un país de geishas, ninjas y samuráis legendarios donde era muy fácil cruzarse con uno de ellos mientras dabas un paseo por un templo japonés. Nada más lejos de la realidad, a estos guerreros japoneses solo los podemos ver a través de la pantalla, pero para tu sorpresa, en el barrio samurái de Kanazawa podrás sentirte uno de ellos entrando a lo que fueron sus casas y jardines. ¡Bienvenido al Japón de los samuráis!
“Karyukai significa ‘el mundo de la flor y el sauce’ y hace referencia al mundo de las geishas ya que deben ser bellas como una flor y fuertes como un sauce”
Después de la muerte de la imagen del samurái, las geishas japonesas y los luchadores de sumo son el único icono del pasado del país nipón. Y será en Kioto donde harás tu sueño realidad: estate atento y abre bien los ojos porque es muy posible que en el barrio hanamachi de Gion te encuentres con aquellas damas refinadas, cultas, con la cara blanca como la nieve, envueltas en un precioso kimono de flores japonesas y caminando a pasitos veloces y cortos a través de las callejuelas estrechas y entrando a las casas de té ochaya. Puedes pellizcarte si quieres, pero sí ¡son geishas de verdad!