Viajar a Qatar es aterrizar en uno de los aeropuertos más lujosos del mundo. Pero, una vez en el exterior, un skyline de rascacielos, convertidos casi en un espejismo en medio del desierto, será el encargado de dar una cálida -nunca mejor dicho- bienvenida al viajero. Porque este pequeño país en medio del Golfo Pérsico es la combinación perfecta entre la cultura beduina y el lujo y la modernidad de la capital catarí.
“La entrada perfecta al mundo árabe”
Pero si hay algo de lo que puede presumir este país es de su capital. Un viaje a Qatar perdería parte de su esencia si no se visitase Doha. Conectada con más de 100 destinos diferentes, ofrece actividades de lo más interesantes. Desde surfear por las dunas o visitar su zoco, pasando por sus museos, hasta su fortaleza, visitar Doha es un no parar de cosas que hacer. Eso sí, ¡no os olvidéis de las compras!