Para unos es la Ciudad Prohibida y para otros la Ciudad Púrpura de Hue, pero sea como sea y en lo que todos coinciden es en que esta ciudadela imperial es uno de los lugares que hay que ver en Vietnam sí o sí. La impresionante arquitectura, la inmensidad del terreno y el cuidado de los detalles hacen que perderse por la sala de lectura del emperador o por complejos como el de Hung Mieu se convierta en una auténtica experiencia palaciega.
“El único hombre que podía cruzar los límites de la Ciudad Prohibida era el emperador. ¡Cualquier otro sería condenado a muerte!”
Pero a las afueras de la ciudad imperial de Hue es imprescindible visitar las Tumbas Imperiales donde descansan los emperadores. Los Hijos del Cielo, como son conocidos los vietnamitas, mandaron ser enterrados junto a todas sus fortunas y tesoros y con la orden de no revelar la ubicación exacta para evitar ser víctimas de los saqueadores de tumbas. ¿Quieres descubrir todo lo que esconde esta ciudadela bañada por el río Perfume?