Viajar a Berlín es como subir en una máquina del tiempo que lleva al pasado en cada rincón y cada muro. Desde cruzar la majestuosa Puerta de Brandeburgo y pasear por la elegante Unter Den Linden, hasta encontrar sus tesoros mejor guardados en la Isla de los Museos. Cuando atravieses la Puerta de Ishtar te imaginarás entre la antigua civilización babilónica, el Altar de Pérgamo brilla como una joya griega y resulta imposible no rendirse ante la elegancia del Busto de Nefertiti. ¡Berlín es pura historia!
“¡Bienvenidos a la ciudad de los museos, de la vitalidad y de la gastronomía!”
Algo que hay que hacer en Berlín es subir a la gran cúpula del Reichstag y disfrutar de las mejores vistas de la ciudad desde la Torre de Televisión, ¡uno de los edificios más altos de Europa! Caminar entre bloques de hormigón en el Monumento del Holocausto, conocer su lado más moderno entre los rascacielos de Postdamerplatz ¿y visitar los restos del Muro de Berlín? Son el vivo reflejo de una ciudad dividida que ha quedado grabado entre sus huellas. ¿Algo que no puede faltar? ¡Probar una rica currywrust y sentir la espuma de su mejor 'biere'!