Govedartsi - Bansko - Sofía

El monte de muchas aguas la llaman, y la más alta de los Balcanes, dicen que es. Quizá nadie sepa decirte dónde has estado cuando le digas que vienes de la montaña de Rila, pero tampoco nadie podrá decirte el nombre de una sierra más virgen en Europa.

El Malyovitsa es uno de esos picos que todo escalador de fin de semana quiere ver. Primero porque su ascenso es tan apetecible como el propio pico, y segundo porque las vistas desde 2.729 metros de altitud nunca decepcionan.

Los siete lagos de Rila son glaciares, están en cumbres impresionantes y presentan cañones tan profundos que harían palidecer al mismísimo Gran Cañón. Al lado de la palabra atracción natural en el diccionario, aparece una foto suya.

A cualquier búlgaro que le preguntes te sabrá ubicar dónde está, y te hablará con orgullo de él. Naturaleza casi salvaje se junta con arquitectura ortodoxa en el Monasterio de Rila, como marcan los cánones en esta región. Si no fuera porque estamos en Bulgaria, cualquiera diría que va a aparecer Heidi.

La UNESCO dice que es patrimonio de todos, y no por casualidad. Los escarpados picos del Pirin hablan de un monte joven y sus valles en forma de U hablan del paso del tiempo y de reverdecer el camino. No dejas de descubrir nuevos tonos de verde.