2 Noches y desayuno en Hotel Rural • Visitas guiadas: cuevas, Bodega, Museos y Monasterio • Comida tradicional

Vino del bueno en La Mancha

Aunque no tenga la fama ni el renombre de las denominaciones de origen de Rioja o Ribera, en La Mancha siempre se ha cultivado uva y se ha hecho vino. Olvídate de los tópicos del vino de cartón en esta visita a una bodega familiar donde se miman los procesos para obtener un producto de gran calidad. Además, conoce las típicas cuevas manchegas, donde se guarda en tinajas y en botellas, y que son parte del patrimonio del pueblo de Mazarulleque. Para redondear la visita, copas y buena conversación.

Pago Calzadilla

Producción limitada para asegurar el cuidado artesanal. Aunque fuese abierta en 1980, en la Bodega Pago Calzadilla emplean métodos avalados por una larga tradición de vinateros. De la mano de su enóloga Paula Uribes, adéntrate en los misterios de la elaboración del vino y, de premio, disfruta del encanto de las instalaciones de la bodega y de la belleza de su emplazamiento, en el valle del río Mayor. Llévate unas fotos de dar mucha envidia y algunos datos para parecer un entendido.

Comida en un lugar acogedor y de buena mesa

Aplaca tu hambre con comida casera de la siempre, con los ingredientes de la tierra y cocinada con amor de abuela. En la Casa del Tío Venancio te sentirás en familia, aunque probablemente desees que en la tuya hubiese alguien que cocinara tan bien. Aprovecha para probar especialidades de la tierra: migas, ajoarriero, gachas o zarajos, regados con un buen vino manchego, y descubre en qué consiste su postre llamado Vientos de España. Solo te quedarás con ganas de chuparte los dedos.

Un viaje al costumbrismo local

El Museo de Arte Etnográfico es un curioso viaje al día a día más cotidiano de los habitantes de Huete y de la región de la Alcarria en un pasado: aprende sobre los oficios y costumbres de sus bisabuelos. De aquí, entramos en un convento, pero no a tomar los hábitos: en el Convento de la Merced comparten espacio el Museo de Arte Sacro, testigo de la relevancia religiosa de Huete, y el de Arte Contemporáneo, que expone una interesante colección permanente y realiza exposiciones temporales.

Un monumento que no puedes ignorar

Lo apodan El Escorial de la Mancha, y no le faltan los motivos. Bastante menos conocido y visitado que su primo de la sierra de Madrid, este señorial edificio se levanta impresionante en una de las imágenes más inesperadas del campo manchego. Aunque es mucho más antiguo, su aspecto actual data de la época de Carlos I. ¿Una curiosidad? Su extensión es tal que dejaba al pueblo de Uclés en sombras una hora antes que el resto de los pueblos de la zona.