La hermana pequeña de Santorini no es solo blanco y azul. La isla de Mykonos conserva ese lazo familiar con el blanco y la arquitectura redondeada, pero fiel a su propia personalidad, inunda su paisaje de colores vivos. La benjamina de la familia también alberga diversos lugares de interés que son visita obligatoria en tu viaje a Mykonos. Además, no tendrás excusa porque las dimensiones de la isla te permitirán recorrerla de cabo a rabo. Al visitar su capital, Chora, descubrirás que la fiesta no termina. Mañana, tarde y noche podrás bailar en playas como Paradise y recorrer sus calles yendo de pub en pub.
“Mykonos tiene tan pocos habitantes que muchas veces los turistas les superan en número”.
No te preocupes si el baile no es lo tuyo, en las playas de Mykonos también podrás relajarte y dejar que la calma de su arena blanca te lleve con Morfeo. Para los amantes de la historia, la isla de Delos es uno de los paraísos que hay que visitar en Mykonos. Realizarás un viaje en el tiempo a la Grecia antigua al pasear por los yacimientos arqueológicos y al visitar su museo. Solo hace falta nombrar la Pequeña Venecia para confirmar que Mykonos tiene lugares de interés para todos los gustos. Sus balcones sobre el mar serán el lugar perfecto para que descubras los atardeceres de la isla y te pierdas entre el horizonte y la intensidad cromática que te rodea.
