Al suroeste de Inglaterra y a escasos kilómetros de la ciudad de Bristol, la arquitectónica Bath es un regalo para los amantes de la tranquilidad. Porque el turismo en Bath es sinónimo de paz, desconexión y de lugares de interés que se centran en conseguirlo. Desde sus termas romanas hasta su preciosa Abadía un recorrido a orillas del río Avon te descubrirá todo lo que hay que ver en Bath.
“¿Te imaginas bañarte en los únicos manantiales de agua caliente de Gran Bretaña como lo hicieron los mismísimos romanos?”
Pasear por los jardines de Prior Park, cruzar el Puente Pulteney y comprobar su imponente belleza que nada tiene que envidiar a los italianos, darse un baño en sus termas romanas o acercarse al icónico The Royal Crescent serán los encargados de tu inmersión en la arquitectura georgiana. Para disfrutar de música en directo es imprescindible visitar la Abadía de Bath y dejarse llevar por el sonido del órgano que alberga en su interior. Porque visitar Bath es conocer un lugar que parece estar sacado de un cuento.