Viajar a Irlanda es descubrir una tierra mágica que se vive desde el corazón y que deja una huella imborrable bajo un delicado sonido de arpa de fondo, es enamorarse de sus paisajes desde lo alto en los Acantilados de Moher y pensar que están entre los más bonitos del mundo y es recorrer praderas de verde infinito e imponentes castillos vikingos hasta llegar a la misteriosa Calzada de los Gigantes. ¿Has oído hablar del tesoro del leprechaun? ¡Pues toda Irlanda es un tesoro!
“¿Sabías que se llama la Isla Esmeralda porque tiene 40 tipos de color verde?”
Pocas se pueden equiparar a la belleza de la tierra de San Patricio. Esta se muestra tímidamente entre pequeños pueblos con puertos llenos de encanto en Cork y en ciudades impregnadas de historia, siempre divertidas para callejear entre pubs de música en directo, gente amable ¡y ninguna como Dublín! Pero un viaje a Irlanda también son las casitas de colores entre bahías, islas y calas en Galway. ¿Ya le has pedido tu deseo al trébol?