Quizás no los conozcas y es uno de los mayores atractivos de este lugar, que apenas está explotado y es puramente natural. Además de que no hay casi gente, lo cual te dará más sensación de desierto aún. Disfruta de largos paseos por las enormes dunas blancas, date un baño en los lagos Azul o Bonita que dejan las lluvias al pie de las montañas de arena, descubre los pueblecitos de Caburé o Atins y conoce uno de los lugares más bonitos del mundo donde todo es playa, sol, paseos y buen rollo.
“¿Un desierto inundado? Sí, sí, como lo lees”
Sobrevuélalo en avioneta, recórrelo en 4x4, atraviésalo a lomos de un caballo o ve descubriéndolo a pie, pero sea como sea te quedarás helado, por mucho calor que haga, con los oasis de Queimada dos Britos y de Baixa Grande, con el río Preguiças o simplemente mirando las dunas que llegan hasta los 40 metros de altura. Desde que comience la aventura en el pueblecito de Barreirinhas hasta que estés tumbado en la playa viendo cangrejos y tortugas marinas, esta maravilla natural te irá sorprendiendo con cada paso que des y nunca comprenderás los pocos turistas que hay, pero sin duda lo agradecerás.
