Conviértete en explorador descubriendo el corazón del Parque Nacional de Jasper, el más remoto de las Montañas Rocosas. Desde recorrer en un todoterreno el campo de hielo del Glaciar Athabasca, pasando por las Cataratas Sunwapta y su agua que cae como la seda, hasta la recóndita ruta del Cañón Maligne, este parque se ha convertido en un lugar de ensueño para los amantes de la naturaleza. Disfruta de uno de los rincones naturales mejor cuidados del planeta donde podrás codearte con alces, osos, renos e incluso caribúes y donde te será imposible contar las estrellas. Porque explorar la ruta de las praderas de Cavell y adentrarse en la Senda del Glaciar es la mejor forma de ver cómo el hielo se rompe y se funde con el agua del lago.
“Sentir el vértigo es sinónimo de Glacier Walk: un mirador con suelo de cristal a 280 metros de altura. ¿Te atreves?”
Pasear por un puente de cristal a 280 metros sobre valles y cascadas, subir en tranvía hasta la cima de la montaña Whistlers y bañarse en un lago tan antiguo como la Edad de Hielo harán que de tu aventura en Jasper conserves recuerdos indescriptibles. Si te gusta desgastar las zapatillas prepárate para recorrer la orilla del lago Maligne por el sendero Mary Schäffer o, si prefieres, embárcate en un crucero para adentrarte en el corazón del lago. Porque los mejores recuerdos son aquellos que se crean cuando algo te sorprende. ¿Estás preparado para descubrir el paraíso natural que esconde Canadá?
