Si cierras los ojos y piensas en Bora Bora lo más seguro es que te imagines en una playa de arena blanca y aguas cristalinas con un cóctel en la mano. Eso y mucho más es lo que puedes encontrar en un viaje a Bora Bora, cuya laguna es para la mayoría la más hermosa de todo el mundo. Es un paraíso tricolor formado por el azul de sus aguas, el verde de su entorno y el rojo vivo de las flores de hibisco que crecen en esta isla volcánica rodeada por un arrecife de coral.
"¿Sabías que el alfabeto tahitiano está formado solamente por trece letras?"
Aunque solo tiene un total de 38 kilómetros entre la laguna y el atolón, hay mucho que ver durante un viaje a Bora Bora, una de las islas favoritas de los que visitan la Polinesia. Los maraes, lugares ancestrales que tenían diversos usos, son un buen sitio para empezar a conocer la cultura y la historia de la isla. En el islote de arena blanca Motu Tapu está uno de los mejores lugares para bucear. Y en el Aquarium de Bora Bora, un espacio entre dos de los islotes de su atolón, es donde encontramos la fauna marina más exuberante y variada de toda la isla. ¿Te atreves a nadar con tortugas, mantas raya o incluso tiburones?