¡Bienvenidos a la isla más romántica de Polinesia! Y es que muchas parejas aprovechan su viaje a Moorea para celebrar una boda típica Tiki, una de las cosas más curiosas que se pueden hacer en la isla. Pero para conocer de verdad esta cultura, la Tiki, lo mejor es visitar el poblado teatralizado y decorado al estilo tradicional tahitiano, donde también hay una cabaña flotante en la que se cultivan unas almejas muy especiales con perlas negras en su interior. En el Lagoonarium se puede nadar y estar en contacto con especies como tortugas, mantas raya y peces exóticos y, muy cerca de allí, hay una aldea tradicional con un balneario en el que los habitantes del poblado muestran su danza a los visitantes.
“¿Te gustaría dar de comer con la mano a los tiburones? ¡Concedido!”
Pero algo que no podía faltar en un viaje a Moorea son lugares donde poder disfrutar de una buena panorámica polinesia, como Belvedere, una plataforma de observación desde la que contemplar las bahías de Oponohu y Cook, o la Montaña Mágica, desde la que se pueden ver las islas y sus alrededores. ¡Déjate llevar a uno de los rincones más asombrosos de Polinesia!