Este pequeño pueblo declarado Patrimonio de la Humanidad es además conocido por ser uno de los pueblos más bellos a orillas de un lago y ¡de los más bonitos de toda Europa! Hay mucho que ver en Hallstatt, como callejear dejándose sorprender por la exquisita y cuidada decoración de sus tiendas y cafeterías alpinas, subir en funicular y admirar la belleza del pueblo desde las alturas o quedarse helado viendo sus glaciales y cascadas. ¡Se te va a pasar el tiempo volando! Una visita al Museo Kulturerbe Hallstatt y a la Marketplatz, en pleno centro neurálgico, te harán sumergirte en la delicadeza de este pequeño pueblo con tanto encanto.
“¿Sabías que este pueblo tiene hasta un lago salado subterráneo?”
Pero si quieres viajar a Hallstatt, ¡no te puedes olvidar de parar en su mirador! Desde aquí podrás sacar todas las fotos que quieras a sus increíbles vistas, que ¡parecen sacadas de una postal! Si viajas en invierno, disfrutarás de un espectáculo mágico con todos los tejados de las casitas y las cimas de las montañas que las rodean bañados en nieve. ¡Parecerá que estás dentro de un cuento! ¿Ya te ves viajando a este pueblo de ensueño?