Pongamos que hablo de los bocatas de calamares, los domingos en el Rastro, el metro en hora punta… Pongamos que solo voy a hablar de Madrid. Ese lugar donde España converge, ese paso de caminante y peregrino. Porque Madrid son los teatros de Gran Vía, el atardecer en el Templo de Debod y la Cibeles y Neptuno vigilando la Castellana. Viajar a Madrid es vivir el arte y la música de Malasaña, es Colón custodiando la bandera y son los paseos por el Retiro que terminan en una barca. ¿Aún no sabes qué hacer en Madrid?
“Vale, no llegamos a dormir en los tejados, pero conocemos esos rincones a los que no llegan ni los gatos”
Porque una escapada a Madrid es visitar el kilómetro 0 en Sol y sentir el comienzo de algo grande, es perderte con Velázquez, Goya y Rubens en el Prado y quedarte sin palabras ante El Guernica en el Reina Sofía, uno de los lugares de interés de la capital. Porque la ciudad de los gatos son las mañanas en la Plaza Mayor, las tardes en la calle Fuencarral y las noches de La Latina y Chueca. Madrid es la Sierra de Guadarrama que se alza a lo lejos, custodia el Monasterio de El Escorial y vigila al viajero. Porque Madrid te engancha y te acoge, te lo da todo y no te quita nada. ¿Preparado para descubrir todo lo que hay que ver en Madrid?