Hay muchas leyendas sobre el origen de los incas, pero todas ellas coinciden en que esta cultura nació en la Isla del Sol, desde la que Manco Capac partió para fundar la mítica Cuzco en Perú. Hacer un viaje al Lago Titicaca es recorrer lugares de restos indígenas como la Isla Pariti, que fue uno de los centros ceremoniales más importantes para la cultura tiwanacota, o perderse por la de Kalauta, con su cementerio anterior a la llegada de los colonos y en la que todavía hoy habitan algunos indígenas.
“¿Sabías que fue aquí donde se inició el imperio Inca?”
Pero si hay un lugar realmente especial que visitar en un viaje al Lago Titicaca es la península de Copacabana. En esta zona sagrada para la cultura inca se pueden ver auténticos tesoros de esta civilización, como el Intikala o “Tribunal del Inca” y sus asientos esculpidos en piedra, la Horca del Inca, uno de los observatorios astronómicos más antiguos del mundo y, acercándose al norte, justo a los pies de Sampaya, las islas del Sol y la Luna. Porque sí, al viajar a Bolivia, mires donde mires, verás cultura ancestral.